
ACTO DE FE
El día que voté por primera vez en mi vida tenía tendinitis en el hombro.
Cuando metí el sobre en la urna el dolor se agudizó y así se mantuvo.
A lo largo de la jornada me las arreglé para que el dolor pasara al codo y luego llegara a la muñeca. Cuando la noche, logré que saliera por la punta de mis dedos y así el dolor se evaporó, se condensó y al día siguiente llovió.
Llovió mi tendinitis. Le llovió a todos los hijos de puta. Por todos lados hubo tendinitis en piernas, en bigotes, en codos, en narices paradas, en brazos.
¡Tendinitis en la pelvis de Macri!
Y esa lluvia fue mi venganza.
Venganza por haberme hecho ir a votar con los tendones inflamados de rabia.
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